lunes, 17 de noviembre de 2008

Siembra tempestades...recoje muertes...



Hiciste lo que tenías que hacer, tu espada, sesgó la vida de cientos, de miles, sin pensar más allá de las consecuencias. El deber a veces injusto de obedecer en contra de tus criterios no impedirá que tu mente a veces se sobrecoja cuando a tientas busca una salida ante tanto sufrimiento.

Espada larga, fina y afilada con filigranas élficas a un costado, y una sutil daga para rematar al contrincante cuando esté herido son tus únicas aliadas en combate. A dos manos eres imparable, inigualable, como una sutil danza mortifera que va sembrando tempestades... y tan sólo recoge muertes... El rey del ambidextrismo buscas el movimiento perfecto para acabar con tu enemigo lo más rápido posible, para que acto seguido tus ojos enfoquen el suiguiente objetivo.

Guerrero mortal, que no necesita escudo ni protección pues la mejor defensa que posees es inflingir una tempestad de ataques que tu contrincante no puede frenar, simpre en vanguardia, siempre llevando la iniciativa.

Espero que tengas larga vida, valiente guerrero, pues jamás tendrás la culpa de tu destino, ni de tus actos, simpremente sobrevives, sólo importa el día siguiente, el combate siguiente no hay futuro... no hay posibilidad de futuro... suerte...

No hay comentarios:

Publicar un comentario