domingo, 21 de diciembre de 2008

Olidammara, el eterno olvidado...

Te echo de menos Dios de los ladrones..., en tu transición del Dungeons and Dragons a Faêrun te han exiliado del panteón faerúnico. Te sustituyen deidades como Máscara o la adorada y venerada Tymora, que sin entrar en jucios de valor sobre si son mejores o peores, no tendrán jamás tu carisma, ni tu capacidad de atraer a las masas. Sin tí ladrones y bardos de los años de la edición 2.0, los más clásicos, los mejores, han quedado desamaparados viendo como su Dios no les respondía en sus plegarias. El arte de robar ha quedado huérfano...
Tu atractiva y traviesa sonrisa, tu capacidad de subterfugio, ese código que sólo los ladrones más exprimentados conocen para comunicarse entre ellos, y que las más oscuras lenguas cuentan que enseñaste a tus fieles en la era de los trastornos, cuando en Faerún no había magia y los Dioses fueron condenados a vagar por el mundo de igual a igual con los hombres.
Desde aquí hago un llamamamiento a Wizards of The Coast para que en sus módulos de la edición 4.0 recuperen a la mejor deidad del Dungeons and Dragons (sin menospreciar al resto, ya que todas se salen), y le devuelvan la gloria perdida, en la que era uno de los más poderosos (solo hay que ver sus estadísticas en el manual de Dioses y Semidioses)
Como te echo de menos en mis partidas de rol, y si decido hacerme un ladrón, me resisto a no elegirte como deidad, a pesar de saber que tu tiempo entre jugadores y Másters ha pasado.... y que probablemente nunca volverá...

Namarië

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