domingo, 1 de diciembre de 2013

5 aspectos a tener en cuenta antes de ver " El Hobbit: La Desolación de Smaug "





A escasas semanas del estreno de la segunda parte de la Trilogía de El Hobbit: La desolación de Smaug -realmente es bilogía, aunque veremos que se saca de la chistera Jackson en la tercera película- me he puesto a pensar sobre el trabajo realizado por el director neozelandés plasmando la obra de Tolkien en la gran pantalla, y cuando digo la obra, me refiero también a la primera trilogía para poder tener una idea global de todo el proyecto. Los resultados y conclusiones me han dejado un mal sabor de boca, quizá porque con los años ves las películas de otra manera, y lo que te parecía espectacular en un principio llevado por la emoción de ver con tus propios ojos el mundo que habías imaginado una y otra vez mientras leías El Señor de los Anillos y la tentación de no ser lo suficientemente objetivo debido al fanatismo reconocido hacia la obra nublaban excesivamente mis entendederas en aquellos momentos.
Con el tiempo vas valorando y analizando detalles que sobran y otros muchísimos que faltan en las pelis de Peter Jackson. No hace falta comentar una vez más, el tópico de que llevar al celuloide una obra de las magnitudes de esta no deja contentos a casi ninguno, especialmente a los fans incondicionales, la gente tiende a sacar punta absolutamente todo y especialmente "a toro pasado" -me incluyo entre ellos- pero como aún quedan dos películas más por llegar, y especialmente después de haber visto la primera parte de El Hobbit, me he dado cuenta que el director incurre en fallos -desde mi punto de vista- parecidos a los de la primera trilogía y acabas saliendo del cine con una sensación de deja vu de "friki-desconsolado" que ha visto más de lo mismo y que sólo entienden los cuatro raros como un servidor.
Por ello he pensado en 5 cosas a tener en cuenta antes de continuar viendo la saga, especialmente si te encuentras en el caso de no haber leído ninguno de los libros y vas al cine por que la película te atrae visualmente, o simplemente por que "está de moda y como todo el mundo va... pues voy yo también". Son los siguientes:

1- La más obvia. Se que es difícil para algunos, pero léete los libros. Ocúltalo si quieres para que no te insulten ni te llamen friki-raro, pero podrás comparar la enorme diferencia que hay a todos los niveles entre libro y película. Aparte que conocerás detalles de la historia que merecen la pena y ayudan a comprender la Tierra Media mejor y de paso lo de siempre... nos culturizamos un poco.

2- Intenta verla en un cine en condiciones, que la sala sea amplia y el sonido de máxima calidad. Parece un detalle absurdo pero es bastante determinante a la hora de meterte de verdad en la película. Si algo bueno tienen estas películas suele ser su banda sonora, en este caso es sublime, por lo que un buen sonido hará que gane enteros una superproducción de estas características.

3- Piensa que la historia del Hobbit finaliza en esta segunda película. La tercera, pincelará cosas de El Hobbit entremezcladas los hechos que transcurrieron hasta llegar al Señor de los Anillos será teóricamente un refrito para dar coherencia a todo -probablemente meterán cosas del Silmarillion o los Hijos de Hurin-

4- Verás personajes que NO SALEN en libro de El Hobbit, y que están sirviendo como reclamo en distintos teasers y trailers. Véase el claro ejemplo de Légolas, interpretado por segunda vez por Orlando Bloom, y que en el libro ni se menciona. Pero queda muy bonito que el hijo de el rey Thranduil, que si que aparece en el Hobbit salga haciendo de las suyas como una especie de súper-elfo, y que para las escenas de acción queda muy bien.

5- Si nunca has visto más enanos que los de la película de El Hobbit, piensa que en la mitología nórdica -concretamente la finesa-, que es en lo que está basada la obra de Tolkien, los enanos eran seres hoscos, introvertidos, ariscos y de aspecto fuerte y duro, con largas barbas y la piel cuarteada del  duro trabajo en las minas y en la forja del herrero. Pues bien, los enanos de la película son cada uno de un aspecto distinto: hay auténticos guaperas, feos, graciosos, gordos, delgados y sobretodo... elegantes y educados como plasman errónemanete a Thorin "Escudo de Roble", verlo comer casi con cuchillo y tenedor en casa de Bilbo casi me hizo llorar en la primera película. Pero claro... en una película épica queda muy bien un líder de estas características, aunque sea enano.



En fin, que si te gustado la trilogía del Señor de los Anillos y no te has leído los libros disfrutarás con el Hobbit como un enano más. Pero si eres un fanboy de la Tierra Media le sacarás punta a cada uno de los fotogramas citando frases, palabras y detalles de los libros que el director debería haber incluido, y te indignarás después de tres horas viendo algo que tu habías imaginado de otra manera.
En cualquier caso una película es para disfrutar y entretenerse, el debate y la crítica no deben empañar el buen -o mal- rato que has pasado viéndola.







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